Muchos se sorprenderían al conocer la cifra de mujeres que evitan los
encuentros eróticos para "que no las vean así", y de tal
manera ocultan su cuerpo, no deseando que los compañeros las observen
desnudas; también se observa a mujeres en quienes la "gordura"
es un mecanismo de defensa para evitar los encuentros afectivos
y eróticos: "como estoy gordita no puedo entablar un vínculo",
cuando la dificultad es previa al sobrepeso.
Obviamente que, si bien Eros sucumbe
ante estos conflictos con la corporalidad, no podemos dejar de mencionar
que el excesivo peso representa un factor de riesgo cardiovascular
(en mayor medida en el varón, aunque en la menopausia la mujer se
equipara al varón). Hay un concepto mítico de los gordos/as como
seres alegres, felices, que gozan de la vida y el sexo y, obviamente,
es así en algunos casos. Pero si se habla de la obesidad franca
y no de "unos kilos de más" es conocido que aumenta la
incidencias de diversas patologías y hay mayor mortalidad, así que
de divertido no tiene nada. Por supuesto que debe aclararse que
no estamos de acuerdo con los que discriminan a los gordos/as con
actitudes humillantes o vejatorias, sea en el colegio, la universidad,
en el ámbito laboral o familiar.
O sea que las relaciones sexuales se
dificultan por vía indirecta:
baja autoestima, rechazo a su propio cuerpo y al compañero, sentimientos de desvalorización ("sé que a él no le gusta más mi cuerpo", suelen decir), lo que muchas veces se trasunta en una disminución de la libido y un deseo sexual inhibido. En el varón no incide tanto en lo estético pero sí en la mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, debido a que carece de la protección estrogénica propia de la mujer y, por otro lado, a los factores socioculturales que pesan sobre ellos.
baja autoestima, rechazo a su propio cuerpo y al compañero, sentimientos de desvalorización ("sé que a él no le gusta más mi cuerpo", suelen decir), lo que muchas veces se trasunta en una disminución de la libido y un deseo sexual inhibido. En el varón no incide tanto en lo estético pero sí en la mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, debido a que carece de la protección estrogénica propia de la mujer y, por otro lado, a los factores socioculturales que pesan sobre ellos.
Las causas hormonales no suelen ser
las más frecuentes aunque se sabe que el hipotiroidismo (cuando
la glándula tiroides funciona en menos) -más frecuente en mujeres-
puede traer aparejado un doble efecto: aumento de peso y disminución
del apetito sexual. Asimismo sabemos que algunos psicofármacos tienden
al aumento de peso.
Hay grados de obesidad en que, los
varones, no llegan a verse los genitales por la adiposidad retropúbica,
y se dificultan -en ambos- ciertas posiciones coitales. Suelen tener
tan desajustadas las variables metabólicas (colesterol,
triglicéridos altos, diabetes
-incluso sin tratar-, hipertensión),
asociadas a la vida sedentaria, que esto deriva en un cuadro de
impotencia franca (no olvidemos que en la respuesta erectiva hay
un componente vascular importante) la cual, por supuesto, no sólo
debe ser tratada específicamente sino que deben corregirse dichos
factores de riesgo como condición indispensable; al punto que en
muchos casos deben trabajarse en conjunto con nutricionistas.
Por se insiste en que la obesidad no es solamente un problema estético
sino fundamentalmente sanitario. En un trabajo sobre sildenafil
(Viagra) y factores de riesgo (Sapetti A., Comesaña E.) presentado
en el Congreso
de la APA (Chicago, 2000) en más de 90 pacientes, se mostraba
cómo el Viagra era más efectivo si no había factores de riesgo mayores
(entre ellos estaba la obesidad, que casi siempre va acompañada
con hipertensión, sedentarismo, colesterol alto, a veces diabetes).
La obesidad es una de las causas que
oponen una mayor resistencia al corazón y a las arterias constituyendo
un factor de riesgo para la hipertrofia cardíaca, las enfermedades
coronarias, la disfunción sexual y la hipertensión arterial. No
nos olvidemos que nuestro aparato cardiovascular está diseñado para
una determinada superficie y peso. Cuando estos se hacen mayores
a un 20% (lo que constituye la obesidad franca) le ofrecen una pared
por delante y el corazón se esfuerza. Respecto al peligro en las
relaciones sexuales el consenso es más o menos claro: una persona
con varios factores de riesgo cardiovascular puede padecer un episodio
desagradable si, por ejemplo, al subir dos pisos por escalera a paso rápido
(esfuerzo similar al de un coito) presenta dolor en el pecho o fuerte
fatiga (sensación de falta de aire marcada). Ahora, si este obeso
puede hacer ese esfuerzo o más (algunos hacen danzas, gimnasia aeróbica,
fútbol, tenis) sin síntomas, no habría este tipo de problemas con
las relaciones sexuales.
Obviamente que si aparecen palpitaciones o le sube la presión arterial (detectado a veces por fuertes dolores de cabeza ubicados generalmente en la nuca) debería suspender el acto.
Obviamente que si aparecen palpitaciones o le sube la presión arterial (detectado a veces por fuertes dolores de cabeza ubicados generalmente en la nuca) debería suspender el acto.
Pueden utilizarse posiciones con menos
gasto: como ser él abajo, boca arriba, y que la mujer sea la que
se mueva (o al revés si es mujer), y disminuir la intensidad del
bombeo o del movimiento pélvico. De todas maneras los obesos y obesas
deberían hacerse controles médicos (ECG y ergometrías, análisis,
Rx de tórax) por varias razones, no sólo por su vida sexual. Muchos pacientes consultan a sexologos por una impotencia
o anorgasmia (en el
caso de mujeres) y tienen varios factores de riesgo (en algunos
casos severos) y acaba resultando que ese síntoma les salva la
vida, porque no hubieran consultado - a pesar de la importancia-
por su obesidad (o por su colesterol o diabetes no tratada, por su tabaquismo, por su vida sedentaria, etc.)".
Es común que muchos pacientes vayan con un sexologo por un cuadro
de impotencia, porque quieren saber si pueden tomar el Viagra
por anorgasmias o
disminución del deseo pero
luego comprenden que el descenso de su peso a valores aceptables
también tiene que ver con una sexualidad más placentera y una mejor
calidad de vida.
Artículo publicado en http://www.sexovida.com
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