Varias encuestas y estudios indican que un porcentaje muy elevado de la población -en especial, la femenina- desea adelgazar.
Sin embargo, no es aconsejable perder kilos a cualquier precio. La restricción calórica no puede ser muy estricta, sino que debe ser personalizada según el historial dietético, el grado de obesidad y la posibilidad de que se padezcan otras enfermedades.
Dieta equilibrada contra el efecto Yo-yo
Aunque no existe un acuerdo unánime en la comunidad científica sobre qué se considera una dieta hipocalórica equilibrada, en general, se entiende que se deben disminuir entre 500 y 1.000 calorías al día. La distribución de macronutrientes (es decir, el peso de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas en la dieta) no difiere de la recomendada para la población general y, a nivel práctico, hay recomendaciones globales en las que la mayoría de las dietas de adelgazamiento equilibradas coinciden:
- Escoger los lácteos bajos en grasa (desnatados y semidesnatados).
- Consumir al menos 5 raciones al día de hortalizas, verduras y frutas frescas enteras.
- Preferir los farináceos integrales y las legumbres como fuentes de hidratos de carbono.
- Reemplazar la carne grasa y los derivados cárnicos con legumbres, pescado y carnes blancas.
- Controlar el tamaño de las raciones.
- Disminuir la ingesta de alimentos de elevada densidad energética (bebidas azucaradas, dulces, bollería, galletas, snacks fritos y salados, embutidos, etc.)
- Distribuir los alimentos a lo largo del día en varias comidas.
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